1/1/15

489.





Jano acechado por Saturno. Gira la cabeza hacia la última hoja de un calendario con pátina grasienta. Giro en dirección opuesta: otro calendario exhibe, aún con olor a tinta, unos números impresos que solo son eso, dibujos de cifras. No sabe interpretar lo caduco con suficiente claridad. No puede oler lo nuevo con certeza alguna. ¿Por qué vericuetos conducirán los números de las casillas? Juego de la Oca el calendario, un año más.



28/12/14

488.




Quiere creer que fue inocente alguna vez. Pero la inocencia no es pureza, es menos impureza. Carecer o tener reducida la capacidad de malicia de los adultos. No ver y no vivir el bagaje de las experiencias onerosas que se obliga a poner en práctica en años de crecimiento. Ahora ve cómo hay legión de tontos (útiles e inútiles), simples, ignorantes, torpes, necios, majaderos...En fin, innumerables variantes en sus sinónimos. Quiere creer también que puede haber un punto de parada y corrección entre los afiliados de esa legión. Que pueden regresar a la inocencia natural, no a la interesada, ni a la que les permite medrar a cuenta de otros.



11/12/14

487.




Prensa al amanecer. Leer titulares y leer entre líneas. Luego escoger lo mínimamente creíble y que uno piensa que necesita para saber (¡!) Después seguir dudando. Más tarde asquearse del todo y suspirar con desasosiego. Tal vez llegar a la conclusión de que no hay solución. Y que en esta vida siempre debemos elegir entre falacias: las de los ejecutores y las de los seductores. Uno no tiene ya edad para amar ni una ni otra...salvo que un destello de autenticidad le llame la atención. Algo que no parecen traer precisamente estos tiempos líquidos y cortoplacistas.




6/12/14

486.




Me sobrecoge la bella orfandad de los parques en otoño. 
Hay algo de premonición y mucho de metáfora en los paisajes con ausencia.
Uno nunca sabe el porqué de ese hermoso testigo de amarillos
que exhiben las últimas hojas.

(Desdén del astro poderoso que juega a guiños mientras se aleja)




4/12/14

485.



El brusco despertar le depara preguntas que suenan a fantasía de infancia. ¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿A dónde me dirijo? Viejas preguntas. Inútiles, equívocas, incluso falaces. A él no le interesa saber quién es. Es hijo del devenir, luego también es devenir. Conocer dónde se halla...¿de qué le serviría? Cuestionarse el saber dónde va le produce una carcajada impetuosa y mordaz. Piensa si no será mejor ignorarlo casi todo. Al fin y al cabo vivimos dejándonos llevar. Y ya es suficiente.



2/12/14

484.




Repasa las horas, ojea los trabajos y de vez en cuando hace balance de los días...aunque no sabe bien para qué. Se siente cansado de lo que se repite de modo incesante. Es entonces cuando desearía saberse extraño en este mundo. Y esperarlo todo de la sorpresa. La sorpresa: cuando más se palpa uno mismo y se pone a prueba de lo que ha aprendido.  Es ahí cuando se entiende su identidad. En la extrañeza.



30/11/14

483.





En los días ásperos juega a los dados con el malhumor. Sabe que éste siempre acaba perdiendo.



22/11/14

482.




No sé quién dijo que se muere como se ha vivido: solo. No estoy de acuerdo. ¿Tan extraña ha sido nuestra presencia que no nos hemos sentido acompañados por nosotros mismos?



12/11/14

481.




A veces me pregunto si no nos rodearemos de personas como si nos rodeáramos de objetos.



23/10/14

480.



Aprendí de adolescente a leer la prensa y a no creerme lo que decía. No obstante debo precisar que eran tiempos oscuros donde no había elección. Por lo tanto tenía que ser desconfiado por principio. A pesar de ello aprendí a distinguir entre la prensa porque había atisbo de opiniones diferentes y tras los márgenes escuetos veías cierta luz informativa. Y sobre todo el brillo de la esperanza de que aquello cundiera más. Cierto que la prensa sirve a sus señores, pero los intereses de esos dueños no siempre son coincidentes y muchos de ellos no despliegan expresiones torticeras e insanas. Hoy, siquiera por ser consecuente con lo que he visto en mi vida, no puedo concluir que todos los periódicos se presten a la demagogia más burda y a la insensatez más agresiva. Del mismo modo me horroriza esa expresión maximalista y cruel, más emocional que racional, del todos son iguales, que se aplica con ligereza a las entidades políticas y a veces a las sociales. Pues bien, me entero de que al tratar el problema de la enferma de ébola que ha recabado durante semanas la atención del país, y de la que dicen las autoridades sanitarias que se ha curado, hace días en un medio de radio  con vínculos eclesiásticos ya tenían preparada la plantilla de noticia en que la daban por difunta. Anteayer otro periódico de la falacia, con gran tradición conservadora, que en este país es sinónimo de intolerancia, ya  se había preparado su obituario. Pobres de los que lean tal prensa o escuchen alguna radio bendecida por la providencia divina. Qué triste sino el suyo por vivir siempre entre tinieblas. 



12/10/14

479.




Sensación embargante  -¿por qué no también embriagante?-  de otoño. Nada empieza, nada termina. Todo es. El día que lo entendamos nos dará sentido. Y aunque no lo lleguemos a comprender, seguiremos siendo. Más allá de nosotros. Aunque no lleve la soberbia de nuestro nombre y de nuestra presencia. Porque todos somos  -y acaso principalmente-  una o varias formas de alteridad, sea cual sea la materia.




5/10/14

478.




Despertarme con Heráclito: "La enfermedad hace agradable la salud; el hambre, la saciedad; la fatiga, el reposo". Su lógica de los contrarios sigue siendo la lógica de todos los tiempos. Matices circunstanciales aparte. ¿Es a partir de la percepción negativa de las cosas y de la carencia como apreciamos el don de la vida? En cuanto gozamos, disponemos y cubrimos tendemos a olvidar nuestra dualidad. De ahí que despertarse con un fragmento de Heráclito suponga una miga de consuelo.





30/9/14

477.




Es inclemente el paso del tiempo en el individuo. No me refiero a la imagen global y a la apariencia física, sino a la memoria. Da cierto temor pensar que cuando te encuentras con gente del pasado por la calle se produzca algún tipo de borrosidad en nuestra mente sobre nombres, ubicaciones y anécdotas al rememorar o interesarnos por otras personas. ¿Es que no nos acordamos por defecto de la edad o porque en su momento no significaron tanto para nosotros? No, cada ser, acontecimiento o sentido de otros tiempos no quedaron grabados en el mismo plano de importancia, aunque nos vinculara una camaradería alegre y un entrañamiento fastuoso.




17/9/14

476.




Nuestros prohombres, bien los que asientan sus posaderas en lo público como los que lo hacen en lo privado -¿o acaso es prácticamente lo mismo?- creen tener controladas sus corrientes sanguíneas. No sé cada cuánto se harán reconocimientos para asegurarse su buena salud, ni si meditarán sobre los límites de la existencia, ni si reflexionarán sobre la conducta más honesta por la que regir sus actos. Probablemente sí, pero ellos viven en otro mundo donde salud, visión de la vida y ética se rigen por parámetros que nada tienen que ver con los de otros hombres. El negocio y el poder  -dos características vinculantes- es una supraesfera reservada para los elegidos. No obstante, si bien la idea que tengan sobre el vivir y los comportamientos morales son fáciles de conducir como el ascua a su sardina, el capítulo de la resistencia del organismo siempre esconde el secreto de sumario reservado a cualquier cuerpo. Y que pasa cuenta. Pero ellos, tan ufanos. Hasta que...




16/9/14

475.




Como tratando de conjurar el vacío definitivo, los hombres hablan de las magníficas obras de los grandes hombres desaparecidos. Naturalmente, solo se expone el lado luminoso de tales personajes, jamás el lado oscuro, que nunca podría ser objeto de elogio. El fracaso de la vanidad es que se pretende esculpir estatuas de un solo rostro. Objetivo probable como estatua pero misión imposible como memoria humana.


15/9/14

474.




Los humanos extienden su manto de vanidades más allá de la vida en sí misma. Como un reflejo de cuanto se ha ensalzado en vida sin regatear elogios, exaltaciones y soberbias varias, los aparatos mediáticos, institucionales y de empresas siguen fomentando una vanidad a la memoria de ciertos muertos. Lo estamos viviendo estos días en que han fallecido algunos de los más preclaros hombres de poder y de riqueza. La vanidad de las palabras tratan de ocultar las cenizas o la descomposición de los cadáveres. El fin de un individuo no entiende ya de vanidades, por mucho que se empeñen los interesados en el negocio.





8/9/14

473.




Bendita herramienta para grandes extensiones. Si lo lanzas y no consigues acertar en la presa, el bumerán retorna a ti. No solo es un útil, es el método.




7/9/14

472.




Puesto que jamás encontraremos las respuestas, disparemos el bumerán de las preguntas.





3/9/14

471.




Nunca estuvimos tan cerca de interpretar el Norte y,
 sin embargo, nunca tuvimos tanta dificultad para utilizar las herramientas
que nos permitan saber hacia dónde deberíamos ir.
¿O acaso no es tanto cuestión de manejo de medios
como de voluntad para disponer de ellos de modo razonable y audaz?
Cuidado con el encerradero en que se nos está recluyendo.
Podríamos acabar no sabiendo quiénes somos, para qué estamos
 y qué garantías de vida podemos tener.

Una vez más, Manuel Vizoso expone, con su obra, sus propias dudas.



2/9/14

470.



¿Quiénes dirigen las vidas de los hombres? ¿Los osados o los pusilánimes? Probablemente los mediocres y los aprovechados. Es decir, aquellos a quienes nada importamos. Los mejores permanecen anónimos y acaso no se revelen nunca. Tampoco ninguno de aquellos otros se lo permitirían.



29/8/14

469.



Tal vez la vida nos pilla grande a todos. Grande incluso en los limitados territorios que llevan nuestro nombre. Grande en los vínculos con los más próximos, aunque nos cobijemos en ellos. Pero hoy la vida -las vidas, incluso las más lejanas- está más interrelacionada que nunca y sin embargo no prestamos atención más allá de nuestra narices. Confundidos por los acontecimientos que tienen lugar en el mundo, preferimos y elegimos querer saber solamente de lo inmediato y de lo cercano. Sin darnos cuenta de que todo lo que sucede en cualquier punto de la Tierra nos toca, nos afecta y probablemente altere nuestra manera de vivir.



27/8/14

468.




¿Quién dijo aquello de Pusilánimes de todo el mundo, uníos? Nunca un grito de esa guisa provocó tamaña unión ni tuvo tantos seguidores. Hasta el punto actual al que hemos llegado, donde los citados de la proclama son legión, al menos en Occidente.



13/8/14

467.






Lauren, Lauren: cuántas veces quise ser Humphrey para ti. Miento: no quise ser Humphrey. Quise ser tu tiempo, tu maestría, tu presencia, tu protesta, tu no transcurrir. Hasta ahora algo quedaba de las historias deseadas -que no del tiempo finito- para los dos.


5/8/14

466.




Si los humanos admitieran su verdad probablemente se destruirían. Pero ¿hay mayor destrucción que la de desconocerse sin admitir su verdad?



28/7/14

465.



A veces me pregunta un amigo, hablando de libros: ¿has leído tal novedad? Yo le respondo: pero siempre estoy leyendo la novedad, es decir, aquello que no había conocido antes por mí mismo, sea del tiempo que sea, hable del asunto que hable, esté escrito como esté escrito.



26/7/14

464.




Consideramos el dolor como una agresión. No por apoderarse de nosotros es nuestro aliado. No por prolongarse nos enseña más. No soy de la opinión de que el dolor aporte conocimiento deseable (se oye por ahí cada cosa al respecto...) para un conocimiento profundo de uno mismo. Pero una vez se haya desinstalado -tras su paso parcial o transitorio- debería permanecer como un cierto grado de memoria. El dolor no se explica por sí mismo, más allá de las reacciones nerviosas que lo producen. No hay lógos en él, solamente materia en fricción dentro de nuestro cuerpo. Pero su padecimiento suele, frecuentemente, removernos el pasado y cuestionarnos el presente de nuestras conductas, apetencia, aspiraciones...y límites. Con incierta mirada, si bien ilusionada, hacia el porvenir. No es infrecuente que una vez superada la alarma volvamos a las andadas y dejemos de lado las proposiciones de enmienda sobre nuestros comportamientos. Cada uno sabe si debe y cómo elegir.



24/7/14

463.



¿Deberá pasar el humano por todo tipo de estados digamos anímicos?  Mi amiga M. dice que ese intercambio da conocimiento, pero que ninguno de ellos debe instalarse demasiado tiempo en nosotros. Que no deben durar excesivamente  los ciclos positivos y gozosos, porque cuando quiebran nos dejan hecho cisco. Ni mucho menos deben prolongarse los perturbadores y oscuros porque se padece mucho y no siempre nos devuelven a un estado anterior. En este caso no está claro si tras el sufrimiento se encuentra alivio y si uno permanece al menos igual de bien o parecido a como se hallaba antes. Mi amiga M. es una sofista de Perogrullo, pero me deja siempre pensando.





11/7/14




¿Os habéis fijado cómo oscilan los muelles en caída libre?
No permanecen nunca en la misma vertical y a cada golpe con el suelo
se inclinan de una parte a otra ocupando más espacios
 que no son los mismos y que pueden distar del punto del salto original.


 Manel Vizoso interpreta muy agudamente el efecto muelle
que se ha puesto hace tiempo en vigor sobre la Tierra.



462.




En dos lugares del mundo alejados el uno del otro se juegan sendos partidos de obscenidades que convierten el planeta entero en una cancha que nos compromete a todos. En Brasil la obscenidad de mirar desde y para otra parte de la naturaleza humana ignorando, a través del juego, las desdichas mucho más crueles de otros hombres. En Gaza, la obscenidad del crimen y la perpetua cautividad en directo. Tal vez ambos campos de juego no disten tanto entre sí. Y la pasividad de medio mundo y los intereses autoritarios y cada vez más fanatizados de otro medio acaben haciendo del planeta un terreno de juego aciago de penaltis inapelables.



9/7/14

461.




Cuesta creer que el código de valores otorgue más importancia a la desilusión por una derrota deportiva, por más compartida que haya sido por millones de habitantes de un país,  que a la emoción indignada a causa de la masacre de civiles en otra zona del mundo. Que los titulares de prensa magnifiquen el espectáculo y el ocio frente al ejercicio cotidiano por vivir con dignidad me parece que dice bastante de qué materia frágil estamos hechos. Maniqueo el concepto de noticia, que nadie parece cuestionar.





6/7/14

460.




Preguntas y respuestas. Una relación de pareja que debe alimentarse mutuamente. Si uno de sus miembros no desea al otro la crisis está servida. Pero lo peor no es la crisis en sí, sino las tensiones derivadas de la insatisfacción que desfiguran la razón de ser de esa convivencia natural. Cuando el estímulo de la búsqueda de la verdad se debilita, la convivencia quiebra. Y tanto preguntas como respuestas se quedan huérfanas.




3/7/14

459.




Dudo que se aprenda de las respuestas. Más bien aquello que nos enseña son las preguntas.



30/6/14



Solo cada cual sabe cuánto nos habla y lo que nos dice el silencio.
Los silenciosos no están bien vistos, sobre todo si callan
cuando todo el mundo espera que digan algo.
Que digan algo que guste a los que esperan.
Es la tragedia de la masa: cada uno de los que forman parte de ella
no arriesgan lo suficiente su decisión de decir con oportunidad.
Pero tampoco de callar con valor.
El silencio a tiempo edifica.
Solo es posible el diálogo a partir de silencios conscientes.
Hablar por hablar es vocinglería y, por lo tanto, confusión.




(Imagen de Manel Vizoso)



458.




Recurrente como todas las obsesiones que nos persiguen: si no somos dueños de nuestro silencio, ¿de qué somos dueños?



28/6/14

457.




Axioma. Lo que se embolsa un individuo corrupto se detrae de un ciudadano honrado. Eso sí: cuidado con la delgada raya que separa ambos estados. Todo es verse en la tesitura de de entrar al guiño de la insaciabilidad humana.



26/6/14

456.




A aquel lema vanidad de vanidades, todo vanidad que ya se repetía en textos bíblicos y postbíblicos habría que incorporar en nuestros tiempos el de corrupción de corrupciones, todo corrupción. Sin embargo, basta ver por los noticiarios qué tipo de personajes presuntuosos, dominando resortes de poder, son los que practican la antigua religión de utilizar en su provecho los recursos públicos para darnos cuenta de que vanidad y corrupción recorren juntas análogo camino. No tengo claro cuál de ambas figuras es reflejo de la otra. Acaso las dos se motivan y reproducen en el mismo espejo delictivo.



25/6/14

455.




Al hilo de la reflexión anterior: siempre he aborrecido que se utilice alguno de los términos relacionados con el circo como insulto. Por mi ámbito se lleva mucho  -al conducir un vehículo y llamar la atención a otro se puede comprobar de inmediato-  utilizar el sustantivo payaso como insulto. Naturalmente, el sustantivo permanecería amorfo, y por supuesto, desactivado, si no se proyectara con signos de admiración (donde cabe admirar poco, obviamente) tal como ¡payaso! A mayores, la entonación de la voz y el gesto hosco, o mejor dicho, agresivo de quien te lo lanza deja convertido el noble oficio del triste hombre divertido del circo en un arma de improperio. Sobre cuya escalada si se le replica prefiero no pensar.



22/6/14

454.




Cualquiera de nosotros somos en algún momento de la vida funambulistas, saltimbanquis o practicantes de juegos malabares. Como podemos ser domadores, payasos, acróbatas, magos...¿Será porque la vida es un circo total? Pero con frecuencia, sin la nobleza, la capacidad de seducción y la calidad de un humilde circo de calle.



21/6/14



¿Alguien ha pensado alguna vez en la soledad del funambulista?



(Con mi agradecimiento a Manel Vizoso por prestar la imagen)


453.



Los dos acontecimientos celtibéricos de estos días  -fútbol y coronación-  deberían recalar en la misma costa, en la de la humildad. O uno verse en la imagen del otro y tomar nota. Sé que es pedir demasiado. Que los hombres no erigen castillos para desear que caigan en dos días. Si pensaran antes si las arquitecturas de la vanidad son necesarias no se verían sometidos al riesgo, al coste y al desengaño. ¿Es mucho pedir en estos tiempos curas de humildad y renuncias a la soberbia? Probablemente, pero para que fueran posibles la ciudadanía debería rechazar el show e ir al meollo de lo que condiciona la vida cotidiana. Palabras mayores. Que tal vez nunca conoceremos como actos.



20/6/14

452.



Otra expresión estereotipada: si con lo que sabemos ahora nos pillara con veinte o treinta años, eh, me dice un conocido. ¿Lo que sabemos? ¿Es que sabemos algo? Y además, ¿qué sería de nuestra ilusión por descubrir o de nuestra capacidad para indagar o de nuestro instinto olfativo sobre lo desconocido o de nuestra osadía de andar a oscuras por esos mundos novatos? Ciertamente, podría hacer un blog, o convertir a éste, en una fuente inagotable de registro de frases lapidarias, tópicos, dichos y redichos. Para qué.



19/6/14

451.




Escuchado temprano en el autobús, de boca de una mujer de edad avanzada: todos tenemos marcado nuestro día y nuestra hora. ¿También los minutos, los segundos, las micras, los latidos? Si está tan registrado, ¿cómo es que no lo vemos venir?, te dan ganas de responder a la mujer. Las frasecitas lapidarias, que pretenden contener sabiduría, pero cuya intención más recóndita proviene de otros charcos, siempre me parecieron malsanas. Pertenecen a la tradición más siniestra de la superstición y el oscurantismo.  Por cierto, ¿dónde demonios he puesto el calendario?





18/6/14

450.




Llegar del hospital, de estar con una persona allegada, y además de toda la vida, y sentir el escalofrío. La fragilidad de ese ser, que además de estar amenazado se siente amenazado, lo relativiza todo. La vuelta del cuerpo contra sí mismo en otra persona nos fuerza un difícil y ambivalente diálogo interior. El ego que nos engaña: tú no. El mensaje que nos llega y rechazamos con premura: tú puedes estar así.



14/6/14

449.



Vieja y ambigua frase: la gente necesita creer en algo. ¿Será eso lo que explica la adhesión tradicional de tantos números de seres a una religión? Seguramente hay algo más. Pero la cita tópico tiene hoy otras proyecciones. Se aplica para justificar una adhesión a cualquier causa. Nunca entenderé que el individuo no quiera, antes que nada, creer en sí mismo.



10/6/14

448.




Vivimos la vida en presente, sin darnos cuenta de que a su vez vivimos la historia en presente. Al aislarnos en nuestras vidas personales, al encerrarnos en su márgenes limitados y estrechos, por muy intensos y nuestros que nos parezcan, ¿no tendremos también dificultades para interpretarnos? No desechemos potenciar los vínculos con los demás, pues no estamos hechos para el desierto, sino para el vergel.



9/6/14

447.




Nuestra comprensión del mundo siempre es reducida y restringida. No solo por los límites de nuestra capacidad para interpretar los últimos descubrimientos  -que siempre son los penúltimos y no cesan- sino por la resistencia que imponen las ideas adquiridas anteriormente. Sobre todo si de dichas ideas se ha hecho dogma, es decir algo ridículamente inconmovible. 



446.




Temor a que disfracemos  las ideas y no entendamos el mundo, sin lo cual no nos entenderemos. ¿O acaso las ideas son en sí mismas un disfraz?



8/6/14




Cantaba el gran Brassens, y luego Paco Ibáñez:
En el mundo pues no hay mayor pecado
que el de no seguir al abanderado.

Tal vez habría que revisar y redefinir lo considerado tradicionalmente sagrado. 
No vaya a ser que bajo una abstracción se esté coartando la libertad de los hombres concretos.
Las abstracciones suelen encubrir negaciones.
Los seres humanos, a estas alturas del acontecer, necesitamos respuestas.
Y, sobre todo, por lo que está en juego, satisfacciones. 




445.




Las banderas nacieron para distinguir a las banderías, no para sustituir a las ideas.




7/6/14

444.




Tras visitar esta mañana un centro comercial de esos múltiples y a lo grande, me he preguntado con cierta ingenuidad: todo ese zoco de lo último de lo último, ¿fomenta el deseo o acaba con él? Cuando la seducción como calidad queda desbordada por la imposición de la cantidad, ¿aumenta el deseo en su sentido más primario o es sustituido por la neurosis?