16/3/12

39.

Me deslumbra la oscura existencia de los espíritus puros. Obviamente, no utilizo este término en sentido moral, al menos no en principio. Seres que se comportan de modo natural, hijos vívidos de la materia, que no ceden ni a las seducciones, ni a las imposiciones, ni a las reglas. Individuos que no se muestran en público afectados ni hacen ostentación de debilidades ni de fuerzas aparentes. Otros los llaman insociables o indomables, porque no se avienen ni a un convenio ni a un precio. Seres que convierten su impulso natural en virtud, aunque no les sea reconocida, porque la virtud pudiera no ser el concepto ético admitido y devaluado, sino una fuerza interior que no tiene que dar explicaciones a nadie de su rostro ni de su manifestación.  




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