3/3/12

20.



Ordenar o no ordenar las fotografías del pasado. Esa idea tan tentadora de que al tenerlas colocadas en álbumes facilitas el ejercicio de la memoria me abruma un poco. Con esa actitud se catapulta también la nostalgia y la pesadumbre por los días que no se pudieron retener. Por el contrario, al dejarlas desparramadas por cajitas o carpetas, sin recordar con claridad dónde las dejé, cuando las encuentro lo que me provoca es sorpresa. Dar de improviso con ellas, como si no las buscara, me conduce a una dulce y conmovedora impresión de que las veo por vez primera. Con ese gesto revivo sin mala conciencia el tiempo fugado y me deleito en perseguir nuevas claves de interpretación.


1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo. Yo también prefiero ese desorden físico que te permite imaginar, olvidar, crear y recrear, manteniendo la memoria en desorden historico.

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