9/4/12

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Un enfermo está sin salir de casa, ajeno al mundo. Vienen a visitarle y le comentan: hace frío, el cielo está nublado (o claro), no anda mucha gente por la calle (o hay bastante trasiego), las rebajas han comenzado y hay buenos precios (o no tan buenos), hemos visto a fulanito que ha preguntado por ti (o  no lo ha hecho), etc. Lógicamente el enfermo no está viendo nada de lo que le cuentan pero se hace una idea general (o no general, depende del estado y humor que tenga) La experiencia le está haciendo ver lo que no ve por encontrarse postrado. Sin esa experiencia acumulada, la información que le proporcionan los caritativos visitantes ¿serviría para algo? Puede ser o no ser verdad. Puede ser o no ser interesante. Se requiere cierto acto de fe en lo que le trasmiten acerca de lo que sucede en el mundo. El enfermo compara con lo que ha conocido. Incluso cuando se queda solo. En esos largos tiempos de soledad él recuerda pero no revive. Se permite dotarse de una sensación que le hace creer en lo inexistente.



6 comentarios:

  1. Quien dice enfermo dice ser humano, no? ese mismo mecanismo me resulta tan común. No se puede experimentar todo. Me gusta este blog.

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  2. Uff... muy filosófico. Volutas y más volutas de preguntas inquietantes sin apenas respuestas.
    Besos, estudiaré el tema.

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  3. sin la experiencia acumulada, nada sería...todo
    saludos

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  4. Yo también paso y me quedo.
    Un saludo.

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  5. Sin imaginación no se lograría superar los trances de reclusión y duelo. Se imagina uno la posibilidad futura del reencuentro, de la liberación.

    un abrazo.

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  6. Encantada de conocer tu blog. Siempre se agradece leer cosas interesantes y originales. Besos alados.

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