22/8/13

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Pero todos los días y a todas horas escucho el repetido y repetitivo deseo, luego existo. Se enseña desde la infancia a desear lo que no se tiene, no tanto para lograr un bien que nos haga crecer como para disponer de bienes materiales que se tornan obsoletos de un día a otro y nos trastornan. La sociedad actual se basa en auspiciar los deseos que se truecan en mercancías y sin los cuales  -sin las cuales-  la gente se encuentra perdida. Luego, pasa lo que pasa. Los individuos no saben vivir sin materializar el deseo de posesión y en la espiral por conseguir satisfacerla solo obtienen frustraciones. En eso estamos, infelizmente.




3 comentarios:

  1. Cuanta verdad expresan tus letras. Vale más el que más tiene, vergüenza total.

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  2. La semilla del consumismo se siembra desde muy temprano. De allí que rápidamente de frutos
    Un abrazo

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  3. ¿Cuantas posesiones necesitamos para ser felices? ¿una docena? ¿un ciento? Demasiadas personas condenadas a estar frustradas de por vida porque nunca tendrán todo lo que desean, lobotomizadas por una publicidad implacable y asfixiante, es una penosa realidad.

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